Si ves que tus padres o abuelos envejecidos duermen mucho durante el día quizá sea motivo para que te sientas preocupado. Probablemente te preguntes por qué los ancianos duermen mucho y en qué momento se convierte en algo preocupante. Pues bien, a continuación veremos las causas más habituales y su posible tratamiento.
¿Son peligrosos los trastornos del sueño?
Cabe destacar que el hecho de que un adulto mayor duerma durante el día puede ser un indicio de un trastorno de sueño. Aunque en apariencia duerma mucho, es probable que en realidad no esté descansando lo suficiente. ¿Cómo es esto posible? Pues bien, pensemos en una persona que tiene problemas para conciliar el sueño, por lo que pasa la noche en vela. Como es lógico pensar, lo más probable es que durante el día tenga que recuperar el sueño perdido. Pero si logra dormir cuatro horas durante el día y ninguna durante las noches, en realidad no está descansando lo suficiente.
Ahora bien, las pruebas realizadas por un equipo de científicos muestran que presentar mucha somnolencia durante el día es un síntoma del declive congénito. Por lo tanto, se trata de un proceso natural. Sin embargo, es un padecimiento que se debe tratar inmediatamente. La preocupación principal para hacerlo es que el trastorno del sueño es realmente peligroso para quienes lo padecen. De hecho, las siestas frecuentes pueden resumirse en una mente más lenta y con el paso del tiempo se va haciendo mucho menor su lucidez. Así, puede convertirse en algo más grave, como la enfermedad del Alzheimer.
Por otro lado, según ciertos estudios, existe una mayor probabilidad que las personas con trastornos de sueño sufren un infarto. Según se indica, la posibilidad de morir a consecuencia de un evento de este tipo aumenta en un 35% con respecto a quienes sí duermen periodos de 8 horas.
Algunas causas que ocasionan un desequilibrio en los horarios habituales de descanso son originados por fármacos administrados para controlar otras afecciones propias de la edad. En ese caso, el médico puede recomendar un cambio de medicamentos para evitar interferir en los periodos de sueño. También es posible que le recete algún tipo de somnífero diseñado para lograr dormir bien durante la noche. Sin embargo, antes de tomarlos es recomendable revisar los efectos adversos para evitar generar una afección o enfermedad adicional, empeorando la salud del adulto mayor.
Por último, cabe destacar que los efectos negativos del trastorno del sueño no se limitan a la dificultad para dormir. Sin importar si se trata de hipersomnia o hipersomnia, las consecuencias son las mismas. Ambos escenarios crean el cuadro perfecto para sufrir otras enfermedades graves. La más común es la ansiedad, seguida de la depresión, generadas como consecuencia del bajo nivel de actividad física originada por dormir durante el día.
Sin importar cuál sea el motivo del trastorno, es indispensable buscar inmediatamente la ayuda de especialistas en el tema. Algunas residencias para ancianos cuentan con los servicios necesarios para la atención adecuada de los mayores.